viernes, 2 de marzo de 2012

Crecen desde el pie

Si las cloacas son "salud", entonces que agarren la pala los enfermeros.
Obviamente que esta apreciación nos resulta ridícula sobre todo por lo extremo de la afirmación, pero si desgranamos un poco la frase, nos encontramos rápidamente con la necesidad de que idóneos con visión sanitaria se involucren en diseños tales como pavimento, agua potable, cloacas, viviendas, lugares de esparcimiento, red eléctrica o el propio modelo productivo de una región. E inclusive uno puede llegar a pensar (soñar?) que en los contenidos y conceptos del sistema educativo también se puedan tener injerencias innovadoras con fines sanitarios.
En fin, serían incontables las situaciones o actividades en donde la mirada del sanitarista resultaría útil para lograr mejores grados de calidad de vida, y de tantas imaginables es consecuencia natural que las empecemos a considerar utópicas. Por otro lado es difícil de visualizar un panorama cercano con mecánica de consulta permanente a sectores relacionados a salud, sin embargo ese camino lo han transitado otros sectores y hasta han obtenido éxitos relativos interesantísimos. El ejemplo más palpable es el medio ambiental, en donde se ha podido, aunque más no sea, obligar a pensar en las consecuencias de cualquier actividad que pueda modificar el equilibrio existente, y más allá de los resultados es obvio que se ha impuesto esta óptica, en casi todos los sectores, de manera transversal.
Salud es distinto, salud no logra incorporarse como visión prioritaria ni obligatoria en casi ninguna actividad o situación que desarrollen sectores ajenos. Falta de estrategia? Falta de marketing?. Pueden existir varios factores, pero quizás lo más cercano a una explicación sea la propia incertidumbre del sector salud sobre los alcances reales de este tipo de "prevención no convencional".
Aunque, afortunadamente, son casi inexistentes quienes puedan ignorar el peso de los determinantes socio económicos, culturales o ambientales sobre la salud de la población, y esto se puede ver claramente, por ejemplo, al momento de los diseños de trabajos científicos en donde se miden riesgos. En todos los casos, tales determinantes son variables obligadas. Y sin embargo, al momento de recomendaciones, somos los propios habitantes de este colectivo salud los que fijamos las limitaciones de las acciones. Para que se entienda mejor, si conclusionamos sobre lo vital que resulta el tipo de vivienda para la aparición o agravamiento de enfermedades, solo nos atreveríamos a proponer soluciones si tuvieramos disponibles vacunas contra el hacinamiento.
Entonces, para el adentro, habría que trabajar sobre la conjunción de conocimientos y políticas sanitarias, sobre el concepto de responsabilidad sectorial frente a los desafíos sociales, y también sobre las propias posibilidades de contribuir positivamente sobre esas actividades no convencionales de prevención.
Con "nosotros" (sector salud) dejando de ser "nosotros" y convencidos de que el concepto salud debiera excedernos, seguramente "el afuera" será más amigable.

2 comentarios:

  1. Pablo: muy pertinente la recuperación de la mirada sanitarista, que sin tanto marketing ni tanto "bombo y platillo" ha dado soluciones a los problemas de salud de la población desde hace mucho tiempo, y se me viene a la mente la epidemia de cólera de Londres que llevó al status de héroe a John Snow, cuyo interés en la salud de la población nació mucho antes que viera cristalizada su vocación con el título de médico (dejo un link de interés: http://www.ph.ucla.edu/epi/snow/revchilenainfectol24(4)_331_4_2007.pdf) como también me vienen ganas de ver de nuevo la película "Casas de fuego" y el abordaje de la temática del Chagas.
    En todo caso, creo que nuestro silencio como colectivo, se deba quizás a una cuota de verguenza profesional, por habernos desviado de líneas de trabajo capitales en lo referido a la salud y el bienestar de la gente. A veces sentimos como tan lejanos a nuestro quehacer ciertos problemas de la población, como tan inabarcable nuestra tarea, que para hacer más soportable la angustia, preferimos pensar que "eso" es tarea de "otro"... de políticos, de decisores, de gestores, de otros "tan nosotros". Quizás sea por reconocer esto en nuestro fuero más íntimo que valoramos la tarea de Salvador Mazza, y de tantos otros, que nos hacen ver una vez más que "los microbios como causas de enfermedades, son unas pobres causas"
    Ariel Torres Morales

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    1. Impecable el razonamiento Ariel, creo que esa sencilla definición sobre los lineamientos perdidos otrora y nuestra vergüenza actual es absolutamente orientadora para desentrañar las inconsistencias de la nota original. Gracias.

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